Alejandro Casona, de Besullo al mundo
Ilustración de Goico Aguirre representado a Casona
Alejandro Rodríguez Álvarez nació en Besullo (Cangas del Narcea) el 23 de marzo de 1903. En esta aldea del suroccidente asturiano, de la que era natural su padre, vivió los cinco primeros años de su vida junto a sus progenitores Gabino Rodríguez y Faustina Álvarez, por entonces destinados allí a cargo de las escuelas de niños y niñas.
La vida nómada de los docentes de la España de principios del siglo XX, hizo que pronto el matrimonio tuviera que separarse momentáneamente, al ser enviada Faustina a Barcia (Luarca), mientras Gabino emprendía viaje a Villaviciosa. Alejandro acompañaría a su padre a tierras maliayas, y más tarde a Gijón, dónde iniciaría sus estudios de Bachillerato.
Título de Bachiller de Alejandro Casona emitido en Murcia el 24 de agosto de 1924
Palencia (dónde lograría su primer reconocimiento literario al ganar la Flor Natural en los Juegos Florales de Zamora con apenas 11 años con "La empresa del Ave María") y Murcia serían sus siguientes paradas, siendo en esta última ciudad donde continuaría su formación obteniendo el grado de bachiller.
De allí saltaría a Madrid, estudiando en la Escuela Normal de Magisterio, y logrando el título de maestro de primera enseñanza normal, sección de letras en 1929 (curiosamente dado en el día de su 26 cumpleaños). En la capital publicaría su primer libro, "El peregrino de la barba florida", de la mano de su amigo Alfonso Hernández-Catá, director de la editorial Mundo latino.
Un año antes había contraído matrimonio con una compañera de estudios, Rosalía Martín Bravo. Con ella viajaría a tierras al valle de Arán para hacerse cargo de la escuela de Les, dónde permanecería hasta su traslado a Oviedo en febrero de 1931. En 1930 nace en Lés su única hija, Marta Isabel, casi al tiempo que autoedita el libro de poemas "La flauta del sapo", estreno en libro del seudónimo Alejandro Casona. Su huella quedaría en la fundación de una compañía teatral para niños llamada "El pájaro pinto" y en la creación de una imprenta en la que los propios alumnos publicaban sus artículos.
Estreno de "El crímen de Lord Arturo" en Zaragoza (1929)
Durante ese periodo, Casona adaptó "El crimen de Lord Arturo" de Oscar Wilde, que sería estrenada en 1929 en Zaragoza por la compañía de Rafael Rivelles y María Fernanda Ladrón de Guevara, y en la que por primera vez aparecía en cartel el seudónimo Alejandro Casona (en honor a la "casona del maestro" de su pueblo natal, Besullo).
"Flor de Leyendas", Premio Nacional de Literatura en 1932
Retornado a Madrid, y ya con el título de inspector de enseñanza (puesto que ya habían alcanzado su madre Faustina y su hermana Teresa con anterioridad), se haría cargo del Teatro del Pueblo por encargo de Manuel Bartolomé Cossío, presidente del Patronato de las Misiones Pedagógicas creado bajo los auspicios de la Segunda República Española. Con este grupo recorrería gran parte de la España profunda entre 1932 y 1935, adaptando piezas breves del teatro clásico español (que compondrían su "Retablo jovial") y obras de la literatura universal, dirigidas tanto a adultos como a niños y jóvenes. Siguiendo esa línea obtendría el Premio Nacional de Literatura por "Flor de leyendas", conjunto de catorce narraciones en las que recoge mitos y leyendas de las más diversas tradiciones escritas (india, árabe, griega, germana, escandinava, etc.) con la intención de acercarlas al público infantil a juvenil.
Estreno de "La sirena varada" en el Teatro Español (1934)
En 1934 recibió el premio Lope de Vega por "La sirena varada", que se estrenó en el Teatro Español la noche del 17 de marzo de 1934 cargo de la Compañía de Margarita Xirgu y Borrás, constituyendo un éxito clamoroso. 1935 es otro año de gloria, con la primera representación de "Nuestra Natacha" en Barcelona, a la que seguiría el 25 de abril "Otra vez el Diablo" en el Teatro Español de Madrid, "El misterio de María Celeste" (escrita en colaboración con A. Hernández Catá), en Valencia y de nuevo en Madrid "El mancebo que casó con mujer brava".
Primera edición de "Nuestra Natacha", dedicada por el autor a su madrina, Jovita Rodríguez
Ya en 1936 se estrenó "Nuestra Natacha" en Madrid. Su rompedor planteamiento pedagógico y social chocaba frontalmente con los cánones vigentes, hasta ese momento poniendo a Casona en el punto de mira de los sectores más conservadores de la por entonces ya absolutamente convulsa sociedad española.
Convertido en uno de los autores más alabados de la España republicana, esta trayectoria ascendente sería cortada de raíz por el estallido de la guerra en julio. Ayudado por amigos y compañeros, el improvisado itinerario de huida lo llevó desde León a Besullo. Allí escuchó por la radio la representación de "Nuestra Natacha", interrumpida por exaltados en varios momentos. Avisado por varios vecinos del peligro que corría, decidió emprender camino por los montes hacia Gijón y desde allí a Santander, San Sebastián e Irún. Meses después, ya en 1937, pasaría a Francia, donde contactó con la compañía de comedias de Josefina Díaz de Artigas y Manuel Collado.
Como su director artístico inició gira por América: la compañía viajó por México, Cuba, Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Perú, Chile y Argentina desde 1937 hasta 1939. Simultáneamente, se dedicó a impartir numerosas conferencias en multitud de congresos y fue premiado por diferentes entidades. En México puso de largo en 1937 "Prohibido suicidarse en primavera" y en Caracas "Romance en tres noches" en 1938.
En julio de 1939 establece su residencia en Buenos Aires, dónde sigue escribiendo y colaborando con diversas publicaciones y entra en contacto con el cine y la radio, adaptando guiones para ambos medios. También tiene tiempo para viajar, tanto por América como por Europa, asistiendo a representaciones de sus obras.
Su época argentina se caracterizaría por una febril trayectoria creativa: "Sinfonía inacabada" en Montevideo y "Pinocho y la infantina Blancaflor" en Buenos Aires en 1940 y "Las tres perfectas casadas" en Buenos Aires en 1941 darían paso al estreno el 3 de noviembre de 1944 de "La dama del alba" en el Teatro Avenida por la compañía de Margarita Xirgu.
Buenos Aires también sería el escenario para que vieran la luz "La barca sin pescador" (1945), "La molinera de Arcos" (1945) y "Sancho Panza en la Ínsula" (1947). En 1949 le tocaría el turno a "Los árboles mueren de pie", representada durante tres temporadas consecutivas en un mismo escenario porteño y en otro parisino.
La nueva década se inauguraría con "La llave en el desván" en Buenos Aires y "A Belén pastores" en Montevideo en 1951. "Siete gritos en el mar" en 1952, "La tercera palabra" en 1953, "Corona de amor y muerte" en 1955 serían el preámbulo para "La casa de los siete balcones", que subió el telón por primera vez en 1957, y que es considerada por los expertos como una de sus obras cumbre.
"Carta de una desconocida" en Porto Alegre en 1957, adaptación teatral de la novela de Stefan Zweig, "Tres diamantes y una mujer" en Buenos Aires en 1961 y "Carta de amor de una monja portuguesa", también en Buenos Aires en 1962 marcarían el fin de su época americana.
Diploma de académico de la Academia de las Artes y las Ciencias y Cinematográficas de Argentina
Paralelamente, Casona desarrolló una larga producción como guionista de cine: "Veinte años y una noche" en 1941, "En el viejo Buenos Aires", "Concierto de almas", "Su primer baile" y "La maestrita de los obreros" en 1942, "Casa de muñecas" de Ibsen y "Cuando florezca el naranjo" en 1943, "La pródiga" y "Le fruit mordu" en 1945, "Milagro de amor", "Margarita la tornera" y "El abuelo" de Galdós en 1946, "El que recibe las bofetadas" en 1947, "El extraño caso de la mujer asesinada" en 1949, "No abras nunca esa puerta" y "Si muero antes de despertar" en 1952, "Un ángel sin pudor" en 1953, "Siete gritos en el mar" en 1954 y "La cigüeña dijo ¡Sí!" en 1955. Su producción como autor de cine fue: "Ceniza al viento" en 1942, "Nuestra Natacha" en 1944, "María Celeste" en 1945, "La barca sin pescador" y "Romance en tres noches" en 1950 y "Los árboles mueren de pie" en 1951.
Casona a su vuelta a Asturias, acompañado de su sobrino Luis Miguel Rodríguez
Casona regresó oficialmente a España en 1962. Presenció el estreno en Madrid de "La dama del alba" el 22 de abril en el Teatro Bellas Artes, que es recibida por el público con entusiasmo unánime, que se repite con el resto de sus obras "americanas".
Medalla de oro a la mejor dirección escénica en los Premios de Teatro de la temporada 1963-1964
Ese éxito de público chocó con el rechazo de los dramaturgos y críticos literarios del realismo social, falto de vigencia cultural y desasimiento de la circunstancia histórica.
La única obra que escribió Alejandro Casona, establecido ya en España, fue "El caballero de las espuelas de oro", un drama histórico sobre Francisco de Quevedo, estrenado en Puertollano el 8 de julio de 1964 y más tarde en el Teatro Bellas Artes de Madrid la noche del 1 de octubre de 1964, por la compañía de José Tamayo, con ilustraciones musicales de Cristóbal Halffter.
Imagen de Alejandro Casona a su regreso a España
En 1965, aquejado de problemas de corazón, se somete a una operación quirúrugica para intentar solucionarlos. En principio el pronóstico era favorable a su recuperación, o al menos así lo refleja la carta dictada y dirigida a sus familiares de Besullo el 25 de agosto de ese año. Sin embargo, apenas un mes después, el 17 de septiembre, Casona moriría en Madrid.